31 de enero de 2017

Figuras ocultas en la NASA

He tardado bastante en ver cómo podía analizar una película como esta, pero al final he optado por algo muy básico porque la película es en sí misma bastante correcta.


Figuras ocultas nos cuenta la historia real, y con bastante detalle, de la vida de tres grandes mujeres de la NASA. Estas mujeres conseguirán lo que ninguna otra mujer negra ha conseguido y todo será gracias a su propio esfuerzo. En uno de los momentos de la película una conversación nos lo recuerda: si quieres conseguir algo no te quedes ahí y te quejes, lucha por ello.


Un poco a saltos, la película va mostrándonos los avances que dan estas mujeres, pero sobretodo las trabas y todos los problemas que tendrán que soportar.


Katherin Globe es, digámoslo de alguna forma, la protagonista principal y en ella se centrará además la parte más personal y de la que veremos unos cuantos problemas a la hora de trabajar. Siendo la única mujer negra en el centro de trabajo tendrá que lidiar con que no tiene siquiera lavabos para ella en su edificio o que sus compañeros le ponen una cafetera diferente, como si el solo hecho de beber café del mismo recipiente les fuese a dar un síncope. Es entonces cuando tiene que demostrar que es mucho más inteligente que ellos y que no puede ser prescindible.


Mary Jackson, la más joven de las amigas, luchará por ser la primera mujer ingeniera. ¿Problema? Que para ser ingeniero tienes que ir a una universidad que es sólamente para blancos. Es ahí donde te das cuenta de que realmente han tenido (y siguen teniendo) que luchar para conseguir un mínimo de igualdad.


Dorothy Vaughan también tendrá su lucha personal, puesto que quiere ser una supervisora y mandar sobre su grupo de calculadoras que verán peligrar su trabajo con la entrada del primer ordenador.

Lo dicho, la película es bastante correcta en el sentido de que, aunque es cierto que estas mujeres hicieron lo que hicieron, parece minimizar la carga racista de toda una comunidad en tres únicas personas que parece que tienen que demostrar una y otra y otra vez que son mucho más inteligentes que el hombre blanco promedio para hacerse valer.


Por último, y no menos importante, la interpretación de Kevin Costner como Al Harrison, el jefe, que parecerá el único que quiera primar el trabajo bien hecho al color de la piel.

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