11 de enero de 2017

Monster Trucks... literalmente

Soy fan de las películas malas, lo admito. He visto cada bodrio que, de verdad, me tendrían que haber pagado por verla, pero me gustan, qué le vamos a hacer.

Sí, es lo que estás pensando, esta peli es mala y te voy a explicar por qué.

Monster Trucks lleva un nivel más allá la literalidad y da vida a aquellos coches de ruedas gigantes  que vemos en las típicas pelis americanas, convirtiéndolos en monstruos de verdad. Hasta ahí, bueno.


Nos cuentan la historia de Tripp, un "adolescente", asqueado de la vida que quiere construir un coche y largarse de la ciudad. En esas que se encuentra por casualidad con una bestia que coloniza su furgoneta y ambos huyen así de los tipos malos que quieren matar al monstruo. El argumento ya de por sí no es que sea una obra maestra y yo sabía a lo que iba: a reírme.

Tenemos una película basada en los más puros estereotipos, que aunque cambian ciertas cosas tal vez no lo hacen demasiado bien. El protagonista es ese chico estudiante de instituto para el que cogen un actor de 26 años como es Lucas Till y que vemos que no pega con cola. Esa escena en el autobús del colegio donde le saca dos cabezas al resto de niños... Vamos, lo podéis hacer mejor.

Te lo pintan como el típico solitario del pueblo, abandonado por su padre y conviviendo con su madre y su padrastro, el sheriff del pueblo. Y si tú dijeras: "al menos tendrá a sus típicos amigos graciosetes que siempre están con él, como otro marginado más". ¡Ñec! Si el chico que aparece en la película haciendo de su amigo se considera amigo del protagonista será mejor que se busque a otro, sobretodo porque pasa olímpicamente de él, es que ni para un par de escenas graciosas da.


Y aparece la chica, Meredith, de nuevo una actriz de 27 años como es Jane Levy, que aunque te la pongan con su rebequita, su falda a cuadros y sujete la carpeta de clase como una colegiala, no cuela. La pobre anda detrás del protagonista toda la película, y cuando digo toda es TODA. No hay escena en la que no suspire por él o intente darle tiritos muy mal conseguidos para ver si él le hace caso. Pero él solo tiene ojos para su carro, nena.

Me pareció patético, sobretodo porque luego meten a calzador un romance entre ellos que dura los últimos minutos de la película. Cosa que es normal, creo que Tripp no sabe ni cómo se llama el resto del tiempo.


Y luego tenemos a varios malotes en la película: el malo, el malo que reparte hostias y el malote de clase que tiene un buga más molón que el suyo y aparece en varios momentos para recordarle al prota que es un pringado. Eso sí, ¿veis el coche? ¿A que ya sabes que ese coche va a ser más importante que el muchacho que lo conduce? Porque al parecer es el pueblo de los coches gigantes, los compraran por lotes o algo así.


No me olvido de un gran actor como es Dani Glover y que aquí aparece como el dueño del taller donde trabaja nuestro protagonista, ese chico de instituto que después de clases se llena de grasa desguazando coches para construirse aquel que no pudo construir con su padre, lo normal, ¿no?.


En el pueblo, ese pueblo perdido de la mano de dios, toda la economía está sustentada por una única empresa petrolífera. ¿Qué ocurre? En su afán de seguir perforando para encontrar petroleo dan con una red de lagos subterráneos donde... ¡hay vida! Y no una vida cualquiera de peces raros... ¡sino de pequeñas ballenas-pulpo! Un error en la maquinaria hace que tres de estas criaturas salgan a la superficie como expulsadas por un geiser y ¡tachán! Ahí tienes a tus criaturas, unos monstruos acuáticos que sin poder manejarse bien por tierra utilizan coches para moverse, ¡coches!


Ahora en serio, meter a esa criaturita dentro de un coche y utilizarlo prácticamente como motor no creo que fuese del agrado de nadie. Ya he dicho que durante toda la película nuestro protagonista no hace más que pensar en su coche, pero es hasta tal punto que utiliza a este gracioso bebé "ballulpo" para que lo lleve, dándole lingotazos de aceite de motor (es lo que comen, de verdad) o pisándolo cuando quería que corriese más. Que la chica dijese en un momento de la película que era pro derechos de los animales y que tenía que mirar por su bienestar no ayuda mucho. Chica, que tú tampoco has hecho nada memorable por él.


Pero es que esta criaturita, Creech, es lo que podría salvar la película (si es que tuviese salvación). Es gracioso, su risa es contagiosa, tiene carita de no haber roto un plato y su sonrisa es lo más tierno del mundo. Su actuación es mejor que muchos de los actores de la película y aunque a veces la película peca de malos efectos especiales, porque el ordenador se nota y mucho en escenas de acción, ver solo a Creech es genial.


Durante la película es fácil darse cuenta de muchos fallos de guión: el muchacho está resentido con el padre (o con la madre, tampoco me queda muy claro al principio porque sale 20 segundos), pero luego aparece el padre de casualidad y tiene ganas de verlo, pero luego no y al final se enfada con él. Aunque la mejor para mí fue ver cómo ese padrastro, que no parece que intente hacer migas con su hijastro durante la película, salga a hacer de salvador cuando lo están persiguiendo los malos y los ayude a liberar a las criaturas. ¡Pero... pero si tú no te has enterado de nada! Está ausente en la historia de la película y luego ya sabe que existen las criaturas, a dónde van y qué tienen que hacer. ¿En serio? ¿Y por qué puedes hablar con walki con él si no estáis ni en la misma frecuencia?

La película podría clasificarla en "Película parecida a las de disney de los 90 que echan en verano en Antena3 para los crios y que a los padres les da verguenza ajena". Una especie de mezcla de Tranformers, con Herbie a tope y Cars.

¿Recomendaría ir al cine a verla? Pues mira, si no tienes nada mejor que hacer y tienes entradas baratas, vale, incluso si vas con tus hijos creo que es una peli entretenida para ellos. Pero si quieres un consejo, espera a que salga en la tele, que seguro que la pondrán un domingo a mediodía.

2 comentarios:

  1. Lo único que merece la pena de la película es Creech. Porque entre el Sheriff con complejo de Deus Ex Machina, el malo imbécil, el malote fuertote más imbécil, los protagonistas idiotas... Es que el más listo es el bicho, aunque tampoco lo tenía difícil.

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    1. Creech es lo más remarcable de la película, porque el resto de los actores pasan sin pena ni gloria y a medida que se va acercando al final va teniendo más agujeros. Una pena, la verdad.

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