14 de marzo de 2017

Kong: La isla calavera

Hace poco leí en una crítica que Kong no se tomaba en seria a sí misma. No le di importancia... y qué equivocada estaba.

Kong: La Isla Calavera, se aleja de lo que ya conocemos sobre este mono gigantesco. Reinventa la saga, pero de una forma en la que aparecen guiños a sus predecesoras. En este sentido no me parece ni mejor ni peor, aunque si tuviese que decidirme, estoy segura de que es un aire fresco y nos podríamos olvidar del típico viaje de unos cineastas que terminan llevándose a este ser a la ciudad para exponerlo como trofeo.

La historia nos cuenta que dos pseudo-científicos, John Goodman y Corey Hawkins, quieren hacer una expedición a una isla para demostrar que ahí viven seres mitológicos, aunque para ello van a contar con la ayuda de un ejército, un rastreador y una fotógrafa. Y a partir de ahí la película cae en picado.

Quedaros con este plano, porque lo veréis no una, ni dos, ni tres veces, sino hasta nueve veces a lo largo de la película. Las puestas de sol al más puro estilo Apocalipsis Now y la sombra proyectada de Kong se harán bastante pesadas, al igual que las incontables canciones que no pararán de sonar cada veinte minutos como si estuviésemos viviendo un videoclip a una cámara lenta demasiado utilizada.


La historia de la chica guapa con la bestia gigante no tiene ningún protagonismo aunque quieran hacer algún que otro guiño, pero es algo que no funciona y parece metido a calzador.


¿Y qué hay en una isla con un mono gigante? Pues más bichos gigantes, que en realidad son bastante impresionantes y me gustaron. Aunque, como siempre, tiene que haber uno que será el némesis de Kong y los protagonistas tendrán que escoger al mal menor para salir con vida de esa isla. Está bien que por una vez no sean dinosaurios, porque entonces la película ya sería Jurasic World 2.


Tendremos la actuación de John C. Reilly que, acostumbrada a verlo siempre en películas de humor, pensé que aquí iba a desentonar, pero no lo hace porque sus momentos son, ya no cómicos, sino ridículos. Quieren dotar de humor a una película que no debería tenerlo, sobretodo porque lo hace de forma muy patética.


La parte militar de la cinta está comandada por Samuel L. Jackson haciendo de Samuel L. Jackson, y del equipo, es el que parece que más desentona. Su papel allí es el de un militar que ve en la expedición una forma de no acabar su carrera, por lo cual comienza una vendetta contra Kong que no es ni creíble. De hecho, cualquier terciario hace mejor papel que él, lo cual es una pena.


Los que sí que hacen un buen papel son dos de los protagonistas, Tom Hiddleston y Brie Larson. De hecho, creo que son los únicos que no encajan en la película porque tienen el guión más lógico de todos. Estás en una isla sin contacto con el exterior y descubres que hay un mono gigante que masacra al 70% de la gente que va, pues lo lógico y normal es que busques un modo de salir de allí, que es lo que intenta este pobre hombre. Pero es que nadie le hace caso y al final todo se irá al traste por lo mismo. Y Brie, pues muy correcta, todo bien, pero el hecho de que tengamos que sufrir minuto tras minuto los planos a través del objetivo de la cámara se hace tan tedioso que terminas diciendo: "¿Qué pinta esta aquí?"


Mención especial en esta película a todas las muertes que aparecen que, aunque se alejan del gore y no hay sangre ninguna, son bastante impactantes y te hacen tragar saliva más de una vez. De hecho creo que en ese sentido se pasan.

Como conclusión diré que la película no me ha gustado, esperaba mucho más y la forma en la que está llevada a cabo no creo que sea la correcta. El humor sobra, del mismo modo que la insufrible cámara lenta cada dos segundos.

4/10

8 de marzo de 2017

Logan

No soy una fan de los X-men, de hecho apenas me vi la primera película del 2000 (incluso un par de veces), pero no me he leído absolutamente ningún cómic. ¿Qué quiero decir con esto? Que la nueva película de Lobezno ha logrado enganchar a alguien totalmente novato.

Cada vez que salía una película sobre estos mutantes era como: "puf, ¿otra más?". Cambian tantas veces los mundos alternativos, que si ir hacia el pasado, que si tantos personajes (y eso que me sé los nombres de todas las casas de Poniente), que me parecían ridículas y poco creíbles. Hasta que vi el magnífico trailer de Logan con la canción de Johnny Cash. No os lo podéis perder.


De hecho, eso fue lo que me animó a ver la película, porque vi que Marvel ha decidido cambiar la táctica y eso creo que ha sido debido a Deadpool, que ha abierto un nuevo modo de hacer películas que le gusta a la gente. Con esto quiero decir que Logan ya no es la típica película de X-Men, no es X-Men: Lobezno otra vez, es simplemente Logan.


Es el año 2029 y ya no hay mutantes, lo que queda es un mundo tan devastado que se refleja en los protagonistas. Logan (Hugh Jackman) está acabado, ya no es un héroe para nadie, ni siquiera para él mismo. Vive una situación decadente cuidando de un profesor Xavier demente, una visión muy triste que nos hace recordar a aquellas personas mayores a los que esperas ver ya morir, que se sienten confundidas en un mundo que ya no es para ellos.


Pero siempre hay un halo de esperanza, una pequeña luz que nos muestra a todos que aún siguen vivos, y esa es la joven Laura (Dafne Keen), que para quién no lo sabe es la mutante X-23 (no es mucho spoiler, hasta yo lo sabía). Sí, difiere mucho del cómic, pero eso es lo que hace especial la película, porque ahora Logan tendrá a su cargo a una niña de 11 años, con todo lo que ello conlleva.


Muchos han estado diciendo que la relación de ellos dos, incluso el vestuario y la imagen, se corresponde a una copia del videojuego The last of us. Es cierto, los ves y puedes ver a Joel y Ellie, protagonistas del juego, pero también podrías ver al padre y el hijo de La carretera. Hay muchas similitudes, pero si te fijas solo en eso te vas a quedar en la superficie.

Logan es una película dura, con una realidad muy cruda y, sobretodo, sangrienta. No vamos a ver algo al estilo Kil Bill, pero sí que van a rodar cabezas. Lo peor es que no solo veremos eso por parte de Logan, que sería lo más normal, sino por parte de una cría donde lo que habla es su ira y no ella.


¿Un mutante que no envejece puede hacerlo? Sí, igual que un ser con la mejor mente del mundo puede perder la cabeza. En el fondo, lo que nos quiere decir es que todos somos humanos, y que a todos nos llega el momento. Las heridas de Logan no cicatrizan a ese ritmo acelerado que siempre habíamos visto, pero eso nos enseña aún más que, tal vez, es hora de retirarse.


La chica hace un buen papel y lo que nos queda al final de la película es que la vida sigue. Y todo se nos muestra en una película de más de dos horas que se me hizo incluso corta, quería saber más, ver qué iba a pasar. Porque aunque tiene algunos momentos -momentazos- de acción, la verdadera historia se centra en las miradas, en lo que no se nos cuenta pero que podemos apreciar.

Sí, es todo muy filosófico, pero es que esta nueva entrega ha cambiado todo el concepto que teníamos de mutantes luchando y aventuras extrañas. Logan es mucho más real y si quitásemos las garras de adamantium sería exactamente igual.

9/10

3 de marzo de 2017

Destripando Alien: Covenant

Porque no solo de películas vive el hombre, sino que también se nutre de multitud de trailers. Me gustaría añadir una sección nueva, y lo hago gracias a: Alien: Covenant.

Hace un par de semanas podíamos ver un adelanto de lo que se avecina, un pequeño vídeo que nos presentaba la tripulación de la nueva nave: Covenant.


Después del chasco que me llevé con Prometheus, que hizo que le diese una vuelta a todo lo que podía conocer del mundo de Alien (porque podían hacer un remake, pero anunciaron que era una precuela), cuando anunciaron una nueva película me asusté. Pensé que sería un Prometheus 2, pero dijeron que no, que era Alien 5. Chicos, que no os engañen, es Prometheus 2.

Este avance titulado "La última cena" no podía haber escogido un mejor nombre, porque lo que podemos ver es claramente al capitán de nave y sus doce "apóstoles". Ahora lo que queda averiguar es quién será el Judas.

Todo comienza con Michael Fassbender, que vuelve a ponerse en la piel de un androide, Walter, lo que no sé es si será la misma versión que el que vimos en Prometheus o si sus intenciones serán las mismas, pero algo me dice que puede que este David 2.0 será un aliado en esta parte. Y nos presenta a la joven protagonista Daniels, interpretada por Katherine Waterston, una actriz que no me dice mucho (al menos en el papel que vi en Animales fantásticos y dónde encontrarlos), pero que me recuerda mucho a Noomi Rapace, otra actriz que... bueno. No digo que sean malas, solo que quizás estoy más acostumbrada a una mujer como Ellen Ripley (Sigourney Wever).


Un plano de los mandos nos deja con la imagen de un Jesucristo en no muy buen estado interpretado por James Franco junto a dos tripulantes, a su derecha Christopher Oram (Billy Crudup) y a su izquierda Tennessee (Danny McBride). ¿Es posible que sea una representación del buen ladrón y el mal ladrón? ¿Eso quiere decir que Tennessee, el piloto, será el que nos traicione? Ya veremos.

Lo bueno que veo es que esta vez sí nos presentan a la tripulación preparándose para la hibernación y conociéndose, cosa que en otras películas suenen pasarse por alto. Aunque algo me dice que el capitán no va a durar demasiado, quizás a unos minutos que se despierte de la hibernación y poco más.

Tras la salida del capitán comienza la fiesta y se nos enseña al resto de la tripulación: 12 integrantes unidos en parejas. El por qué no lo sé, la verdad. Porque si dijesen que es para colonizar un nuevo planeta, llevar a una pareja gay me parece un poco ridículo, sobretodo porque sobre ellos recaería todo el peso de hacer el resto de tareas. Que estoy muy de acuerdo en incluir todas las ramas de la sociedad en el cine pero... para reproducirse como que no. Y si me dijesen que simplemente es porque sí, también me parecería ridículo. ¿Qué probabilidad hay de que 6 parejas trabajen en el mismo lugar y se dediquen... a lo que sea que se dediquen cada uno en esta empresa? La idea que quieren llevar supongo que la descubriremos en la película, a mí de momento me parece todo un poco absurdo.

Será entonces cuando nos topemos con una escena que nos recordará a esa comida en la primera entrega de Alien, solo que esta vez no habrá un alien que salga a la luz, pero sí que hace esa referencia. Pero no lo intentéis, de verdad, por mucho que queráis no se va a parecer a Alien.

Pero no todo termina aquí, porque acaba de salir un nuevo trailer.


Trailer donde nos enseñan un alien muy diferente al que vimos al final de Prometheus. Y ahora me pregunto, en un planeta sin vida, ¿cómo se ha podido reproducir esta especie? Si fuese una reina alien que ha puesto los huevos -donde podemos ver de nuevo a los facehugger- y han utilizado a la nueva tripulación para reproducirse, vale. ¿Pero antes?

Eso sí, una novedad que veo con sus predecesoras es que podremos ver a los aliens en espacios abiertos, algo que no estamos acostumbrados a ver puesto que la acción siempre se desarrollaba en las naves. Pero estos nuevos aliens, mucho más rápidos y estilizados, me recuerdan mucho a los que vimos en Alien 3. Estos se debieron al cruce con un perro, ¿pero estos? ¿Quizás han aniquilado alguna especie autóctona?


Además, ¿veremos algún tipo de civilización nueva? ¿Tal vez en el planeta en el que se estrelló la nave Prometheus por casualidades de la vida llegó a un lugar donde hay un culto a la raza de los alien? Coincidencias, coincidencias everywhere.

Yo, como soy masoquista, iré a verla, porque soy una gran fan de Alien desde que tengo memoria, y en realidad me da pena, porque voy a ir con predisposición a odiarla. Pero me gustaría que alguna vez me callasen la boca e hicieran una película en condiciones, pero me da a mí que va a ser una mezcla de Prometheus con Predators queriendo meter referencias con Alien y al final la van a cagar.

1 de marzo de 2017

Fences

Lo sé, lo sé, un mes sin actualizar, un febrero bastante poco movido, pero tengo una buena excusa: trabajo, exámenes, mudanzas. Pero en una mañana libre he podido ver al menos una de las películas de mi lista y esa ha sido Fences, galardonada con un Oscar por mejor actriz de reparto a Viola Davis, que hace el papel de esposa sufridora junto a Denzel Washington.

Esta película me ha dejado con un buen sabor de boca y lo cierto es que entré al cine sin saber muy bien qué me iba a encontrar. Cuando vi el tráiler me gustó y de hecho que la dirigiese el propio Denzel también influyó mucho porque me gusta cómo trabaja este hombre. Pero la realidad es que ni la sinopsis de la película ni el tráiler me contaban demasiado y fui a ciegas.

Fences está basada en una obra teatral y eso lo podemos ver en cada uno de los planos de la película, como si estuviésemos ante un escenario teatral. De hecho, se pueden contar con los dedos de una mano tanto los lugares que visitamos en la película como sus personajes.


Casi toda la "acción" se centra en el porche trasero de la casa de Troy Maxson (Denzel Washington), un trabajador quemado de la vida, padre de dos hijos y con un hermano que, debido a un accidente en la guerra, ha terminado con problemas mentales. Troy está casado con Rose (Viola Davis), una ama de casa amable, buena y cariñosa que, además, es capaz de poner los pies en la tierra a un cada vez más apagado Troy. Juntos tienen a Corey, un chaval de 17 años que tiene el sueño de jugar al fútbol, un sueño que terminará viéndose truncado por culpa de su padre. Fruto de una relación anterior, nuestro protagonista tiene un hijo de 34 años llamado Lyons, un músico y amante de la vida.


La película va mostrándonos, con escenas muy largas y sin apenas cortes, un fragmento de la vida de la familia Maxton. Cada viernes después del trabajo nuestro Troy sale junto a su amigo Bono de camino a casa y podemos escuchar durante largos minutos sus batallas de joven, batallas que van tornándose cada vez más imaginarias debido a la bebida.


Toda la película está llena de matices y un montón de metáforas y referencias, que a lo largo del film nos hace reflexionar y darnos cuenta de que, ey, eso puede ser por aquello que mencionaron al principio. Aunque pienso que hablar demasiado del argumento es hacer un gran spoiler, sobretodo porque para mí fue un gran descubrimiento todo lo que terminó pasando en la película y es mejor que, si no la has visto, vayas igual yo.

Eso sí, la película va tornándose cada vez más oscura y descubrimos un auténtico infierno con su particular diablo. Pero lo que más podemos apreciar es la diferencia de generaciones, donde un padre solo piensa en trabajar para ganar dinero y poder mantener su casa y su familia, la generación posterior piensa primero en vivir su propia vida antes que en mantener el techo sobre su casa.


Fences es una gran película con grandes interpretaciones, y lo bueno de tener apenas cinco personajes en pantalla, es que las ideas están bastante claras. La historia se sitúa entre los años 40 y queda perfectamente representado cómo era la situación de los negros y sobretodo de la mujer de esa época, para que nos demos cuenta también de todo lo que ha tenido que pasar para llegar a donde estamos ahora.

Para terminar, Fences hace referencia a una valla, la cual van construyendo durante prácticamente toda la película y es una gran metáfora de lo que ocurre con la familia. Porque como dicen en la cinta: una vaya se hace para evitar que entren los de fuera o para evitar que se vayan los que están dentro.

8/10